miércoles, 21 de mayo de 2014

Crash #4

Este cadaver turístico no es de ésta crisis, sino de una anterior (no se si de una o de dos crisis, pero le han pasado por encima varias recuperaciones sin que la cosa coja vida.). Allí está, años y años con su letrerito de SE VENDE, pero ni caso, que el capitalismo de cualquier época es muy dado a ir dejando muertos en el camino, sin importarle demasiado que sean cosas o personas.

2 comentarios:

  1. La entrada a Oropesa: un pueblo devastado por el feísmo y la especulación que debería estudiarse en las escuelas de paisajismo. No sé si es más desoladora esta ruina, o las nuevas edificaciones construidas junto a ella.

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  2. Oropesa ha sido, desde hace muchos años, un ejemplo de cómo no deben hacerse las cosas. La playa de la Concha, cercada por el cemento, siempre me ha parecido un despropósito. Pero ha sido en esta última acometida de la especulación, con la aparición de la delirante Marina D’Or (ciudad de vacaciones) cuando se han superado todos los límites. A ver si la suspensión de pagos de la inmobiliaria permite al menos salvar el Pla de Cabanes.

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