domingo, 9 de marzo de 2008

¡País!


¡País! En plena jornada electoral, oigo las noticias de la mañana destacando la victoria de “El chiki-chiki” en la gala para selecciónar la canción que representará a España en Eurovisión. La canción (horrorosa pero divertidísima) no fue en principio mas que una broma del equipo de Buenafuente que ha ido hinchándose hasta plantarse como ganadora.

Hasta aquí, la cosa tiene su pelendengue, pero bien. Lo realmente divertido son las reacciones que suscita y me asombra la capacidad de algunas gentes de este pais para creerse revestidos de dignidad mientras se mueven en el ridículo, y a mostrarse ofendidos cuando alguien asume en toda su extensión ese ridículo y les pone en evidencia. Una nueva versión de "el rey va desnudo".

A las emisoras de radio llaman “eurofanáticos” (¿???) indignados por la afrenta que la canción representa a algo tan serio (¿??????) como el Festival de Eurovisión. El honor patrio afrentado. ¡España se rompe! Hay quien opina que España será expulsada del festival porque en la letra de la canción hay palabras malsonantes y políticamente incorrectas: la palabra en cuestión es bragas. ¡Hasta la Terremoto de Alcorcón acusa de friki a Rodolfo Chikilicuatre! ¡Vivir para ver!

Y, mientras, el país sigue votando sin mayores incidentes.

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A toro pasado y con Zapatero otra vez presidente de Gobierno, me entero que el reputado demente Jimenez Losantos se une desde su púlpito a las críticas al chiki.chiki, que, claro, extiende a Buenafuente y , ¡como no!, a Zapatero. ¡Zapatero, dimisión!. Me refirma pues en mi impresión: ladran, luego cabalgamos. Vamos bien.