sábado, 5 de abril de 2008

El spray es revolucionario



En estas fotos, el graffiti recupera su carácter originario de inquietante pedrada en el ojo de la moral establecida. En el borde urbano, donde la ciudad cambia de nombre, la cultura hip-hop deja constancia de sus símbolos. La desasosegante jeringuilla o la actividad del autollamado Dr. Pene, que ha sembrado la Plana de descomunales falos, a modo de un tótem. Esta incursión del marginal grafiti en terrenos deteriorados por la cultura de la especulación urbanística, son un buen testimonio de una sociedad y una forma de vida en crisis.

4 comentarios:

  1. Impresionante, Dr. Pene.
    Menudo diámetro.
    Me recuerda a Manolo "Polla", amigo íntimo de Morcillo el Bellaco, que por cierto vino a mi expo el otro día.
    Manolo "Polla" dibujaba enormes falos por las paredes del Grao de Castelló. Probablemente eran más grandes pero menos pijos, en monocromo.

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  2. ¡Qué tiempos aquellos! Entonces las pintadas serían menos artísticas pero eran más militantes. La obra maestra fue aquella de los años 70 que, simplemente, decía: FRANCO, BAJITO.

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  3. He reconegut l'autor de la xeringa. Un dimecres, m'ho preguntes, i te diré qui és.
    Este bloc està cada dia més fantàstic, no com el BLOC

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  4. Ando ya varios dias dandole vueltas a un posible comentario sobre Mr. Pene, que me acompanya cada manyana en mi trayecto al trabajo desde Benicasim a Castellon, pero es que no se me ocurre nada que mejore la estampa misma de la fotografia...
    !Gracias Mr. Pene!
    (hago lo que puedo con este teclado americano).

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