sábado, 22 de junio de 2013

El Forn de Paco

En la esquina de las calles Mealla y Maura, era lugar de peregrinación muchas tardes, a la salida del colegio, con un peseta rubia agarrada en la mano, para comprar un bollo de pan bombón (envuelto en una servilleta de papel de seda ilustrado con cenefas) y una cocholatina Lingotin de Elgorriaga. Una merienda de lujo en aquellos años de postguerra. El horno cerró hace años. Ahora, se vende.