Erlich, "El País", 25 julio 2012
martes, 24 de julio de 2012
Días de mucho, vísperas de nada
En la cadena
de desastres valencianos, ocurridos de la mano de esos genios que nos han
gobernado durante los últimos quince
años ( Gurtel, el aeropuerto del abuelo, expolio del dinero de la cooperación,
EMARSA, Caja del Mediterraneo, Banco de Valencia, Bancaja,… y tantos más) llega
ahora la crónica de la muerte anunciada de la Fundacion Caja Castellón, no por
previsible menos lamentable.
Lamentable
tanto por la pérdida de una institución valiosa y entrañable como por la actitud de unos gestores que han visto
aproximarse la caída de la Fundación sin tomar la menor medida
respecto a su personal. El tan pregonado “compromiso social” se ve que era con
otros, y ahora llega el ERE que pone a todo la plantilla en la calle. Caurenta personas. A eso le llamo yo agradecer los servicios prestados, y ya se sabe, de bien nacidos es ser agradecidos.
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