
La otra foto es la que más me gusta sobre su obra huertana. Insisto en lo que decía el otro día: me gusta el toque de color que da al paisaje. Cuando la hice, el dueño del huerto estaba que trinaba contra el artista, cosa que no entiendo, porque la cultura valenciana siempre ha estado muy en la línea escatológica. Aunque, finalmente, no puede reprimir el chiste: "Ha eixit un esparreg en mig de les teronges"