sábado, 19 de enero de 2008

Fin de semana de gripe. Entre mocos y chupitos de Bisolvon, encuentro una foto más de la serie. Zona industrial de Vila-real. Tras la valla, un pueblo antes básicamente agrícola que sufre las tensiones del crecimiento. Asoma uno de los efectos del desarollo: el pomposo hotel "Vila-real Palace". La larga mano de Marina d'Or llega hasta aquí y el nombre resume la situación: ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio.
Aquí la dejo, antes de irme al sofá y empezar una sesión doble de cine nostálgico: "Una cara con angel" (Stanley Donen, Audrie Hepburn y Fred Astaire homenajean a Richard Avedon) y "Amanece que no es poco", para repasar ese debate sobre el libre albedrío entre el cura párroco y el sargento de la Guardia Civil. Todos somos contingentes, pero Cuerda y Azcona son necesarios.