martes, 25 de diciembre de 2007

Dia de Navidad. Luce el sol y hoy no es día de fotos. Toca comida familiar, despues de la cena familiar de Nochebuena. Ya no estamos para estas fiestas bárbaras de grandes comidas y la digestión de anoche sigue su curso.
Ayer volví a la playa de Nules y este es un borrador de una foto posible. Cielo azul y una de las pequeñas casas de una sola planta en primera linea, con los ocres tradicionales de las paredes, sobre los que se reflejan, como una amenaza, las antenas de los bloques de apartamentos que la cercan. Literario, pero eficaz.

viernes, 21 de diciembre de 2007

El color del Mediterraneo

Aprovecho un claro en la lluvia y el frío de estos días para pasear junto al mar, donde las casas de pescadores de principio del siglo pasado se mezclan con las nuevas urbanizaciones. Nada que ver unas con otras. Fotografío los blancos, los rojos, los ocres de esas casitas que están en peligro de desaparecer por que, por lo visto, invaden la zona maritimo-terrestre, mientras que los villones de primera fila recien contruidas a punta de pelotazo siguen tan tranquilas.


Como contraste me encuentro también los restos de los chiringuitos veraniegos, donde la gente joven se pone ciega en las noches de agosto y que, una vez hecho el negocio, se retiran dejando atrás desechos y basuras.
En lo positivo, me planteo iniciar una serie de fotografias donde se refleje en sus colores propios el paisaje de este Mediterráneo tan próximo y tan amenazado.

martes, 18 de diciembre de 2007

Villancicos en los porches


Música navideña bajo los porches de la plaza de la Vila. Hace un frío que pela y los jóvenes músicos tiritan bajo los anoraks, mientras llenan de villancicos la noche con sus clarinetes. La gente que pasa rápida en las compras de ultima hora se detiene, pese a la lluvia que comienza a caer, y les aplaude. A veces los pueblos vuelven a ser pueblos y recuperan el ritmo y el encanto de otros tiempos.
La foto está desenfocada, pero no importa. Tiene el encanto del momento.

viernes, 14 de diciembre de 2007

Recuerdo del mar

Colores y sensaciones. Eliminación de cualquier elemento de la foto que no sean la luz y el color, en una imagen del horizonte donde se juntan la oscuridad del cielo tormentoso y la luminosidad del mar Mediterraneo. Un paso más

jueves, 13 de diciembre de 2007

Restos de mi infancia

Paseo por el Castellón de mi infancia, por las calles en torno a la de Caballeros. Escenario de míticas luchas con pistolas de "ganxets", de partidos de futbol, de tardes perdidas (ganadas) jugando al "sendri", al "arribaelcarrolaburrayelamo" o a "undostrespared". O al "boli", antecedente directo del beisbol americano.
La piqueta, también aquí, ha hecho estragos, pero incluso de la destrucción nace la belleza.

martes, 11 de diciembre de 2007

El huerto que quiso ser solar




Érase una vez un terreno en las proximidades de una ciudad cualquiera del Mediterráneo. Rodeado de naranjos y con un camino flanqueado por cipreses que llevaba hasta la casa en que se pasaba el veraneo, lejos de los calores de la urbe.
Llevaba en la cabeza
una lechera el cántaro al mercado
con aquella presteza,
aquel aire sencillo, aquel agrado,
que va diciendo a todo el que lo advierte
"¡Yo sí que estoy contenta con mi suerte!"

Pero alquien decidió que España iba bien y las constructoras comenzaron a comprar las fincas más próximas al perímetro urbano. La ciudad iba a doblar su población, se construirían miles de viviendas y el dinero correría a raudales por sus calles. Todos tendrían un BMW, como poco, y comprarían piso nuevo (con lo cual el dinero volvería al bolsillo de las inmobiliarias).
Esta leche vendida,
en limpio me dará tanto dinero,
y con esta partida
un canasto de huevos comprar quiero,
para sacar cien pollos, que al estío
me rodearán cantando el pío, pío.
Del importe logrado
de tanto pollo mercaré un cochino;
con bellota, salvado,
berza, castaña engordará sin tino,
tanto, que puede ser que yo consiga
ver cómo se le arrastra la barriga.

La finca del cuento esperó la aparición del empresario salvador, que llegaría con su PAI debajo del brazo, pero… esperando, esperando, la casa se deterioró, en el camino crecieron las malás hierbas y los naranjos murieron, primero, y fueron arrancados después. Hasta la tapia se derrumbó y nadie ha aparecido con la consabida recalificación.

¡Oh loca fantasía!
¡Qué palacios fabricas en el viento!
Modera tu alegría,
no sea que saltando de contento,
al contemplar dichosa tu mudanza,
quiebre su cantarillo la esperanza.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Galeria de fotos de los años 70





Mi niña

Otra foto con treinta años a las espaldas, tomada por Eloísa con la mítica Nikon F, hoy abandonada en un rincón, convertida en una joya de las historia de la fotografía analógica.
Ahí estoy yo (hecho un brazo de mar, aunque empieza a notarse una incipiente curva de la felicidad) junto a mi hija primogénita. Hoy se ha convertido en una severa profesora de universidad, que escribe libros que no entiendo, y que ya entonces era una niña muy reflexiva. Tanto, que me mira con cara de no estar muy segura de haber aterrizado en la familia adecuada y se hace sus propias reflexiones.