
Dia de Santa Catalina. Feria con una tradición de siglos. Se siguen encontrando las tajadas de coco, las manzanas confitadas y, sorprendentemente, el arrop i tallaetes, que recuerdo se vendía en Castellón a lomo de mulas. ¡Han pasado años!
Hoy era un día de ilusión para los niños de Vila-real en aquellos años en que los juguetes llegaban con cuentagotas, y ocasión de estrenar zapatos, traje o, en el mejor de los casos, abrigo. Anna me cuenta que la noche anterior a Santa Catalina la pasaba en blanco, nerviosa y esperando el momento de salir a repasar los tenderetes de la feria, buscando la muñeca perfecta, que nunca encontraba. Al final había que conformarse con uno de aquellos perritos de cuerda que ladraban y daban una voltereta. Con todo, los niños de hoy siguen esperando el día de Santa Catalina y arrastran a sus padres de tenderete en tenderete.
En Castellón, se estrenaba la ropa de invierno el día de Todos los Santos, pero ahora, en este país de Jauja y del cambio climático, juguetes y ropa nueva son algo habitual, y hace un tiempo espléndido. Los niños ya no llevan abrigo y solo las niñas repollo salen a la calle hechas un brazo de mar. Y eso en el supuesto de que sigan existiendo las niñas repollo, que tampoco estoy muy seguro.