lunes, 5 de septiembre de 2011

El peso de la historia: el desvío de la N-340 (1956)

Coincido con Bleda y Rosa en que los territorios están ocupados por las circunstancias históricas que se han desarrollado en ellos y en que la fotografía puede servir para poner de manifiesto las huellas y testimonios que constituyen nuestra memoria.
Me gustaría poder decir que en esta imagen del borde urbano del actual Castellón he querido reflejar los espacios por los que transcurrió la juvenud del Tombatossals, o los caminos por los que cruzaron la Plana El Cid, Charlon Heston y sus huestes, camino de la conquista de Valencia (que se parecía tanto a Peñiscola), pero debo conformarme con recordar que aproximadamente por aquí estaba aquel huertecito que a mis diez años cultivé en un masset que tenían mis tías por la zona, y que, antes de mi primera cosecha de patatas y calabazas, desapareció engullido por el primer desvío de la N-340. Mi primer trauma infantil, mi primer drama urbanístico.

2 comentarios:

  1. Hermano, como diria Proust: "El pasado no solo no es fugaz, es que no se mueve de sitio". tus pensamientos mira adonde me han llevado.

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  2. Es que esto de los recuerdos es muy jodido, sobre todo aahora que empezamos a tener tantos años, porque, como decia aquel, "cualquier tiempo pasado fue mejor". Pues mira, no. Seguramente, si recordaramos las cosas con cierta fidelidad y con todos sus detalles, nos daríamos cuenta de la cosa tampoco eraa para tanto-

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