Una de mis fotos favoritas de los ultimos meses. El omnipresente ladrillo se interna en el mar, agrediendolo directamente hasta llegar a ocultar el horizonte. Pero, a su vez, el mar lo va destruyendo para recuperar el espacio perdido. Quiero pensar que, al final, las cosas volverán en lo posible a su estado original.Subo la foto en dos versiones: blanco y negro y color. La convertí al b/n pensando que la imagen ganaría dramatismo, pero me parece que el original en color describe mejor la situación, sobre todo por esos tonos dorados que el sol da a la pared. Admito opiniones.
Ya que pides opinión a los visitantes de tu blog, te diré que, en esta ocasión, no estoy de acuerdo contigo: me gusta especialmente más la fotografía en blanco y negro, que me parece de una técnica impecable. El otro día citabas a Massats y te imagino conocedor de su obra, así que sabrás que refiriendose al prestigio de la fotografía en blanco y negro, lo atribuía al snobismo actual que hace valorar las técnicas obsoletas (son sus propias palabras). Así que tal vez sea snobismo por mi parte
ResponderEliminarHola amic,
ResponderEliminarLa cosas seguro que vuelven a su estado auténtico. Fijo. Ya nos encargaremos. Pronto o tarde a tomar por saco el planeta.
Me gusta este blog y en favoritos lo he guardado. Gran descubrimiento. Portento de fotos y deliciosos textos.
Un abrazo Ferran,
Manolo Navarro.
Manuel, bienvenido a esta tu casa y agradecido por tus comentarios, que viniendo de un gran fotografo como tu les doy el valor que tienen. Sigue viniendo por aquí y no te reprimas en los comentarios, que esto de los blogs gana valor por quienes entrais a dejar vuestras opiniones.
ResponderEliminarAmigos, el ladrillo fácil, como el de tu espléndida foto, puede que acabe destruido. El ladrillo importante, el de los edificios invasores ese, ese no lo tira ni una sentencia judicial. ¿Ponemos ejemplos?
ResponderEliminarGracias por tu blogg