lunes, 18 de noviembre de 2013

Traumas infantiles: el tren de la bruja



2 comentarios:

  1. Ahora que estamos en familia, lo voy a decir: Carmen se hizo caquita.

    ResponderEliminar
  2. ¡Pobre Carmen! Y pobre tu, que ibas por la vida un poco perseguida por las caquitas de la hermana pequeña. A mi me hubiera pasado igual, pero lo resolví por el sistema Rajoy: me hice el loco y he conseguido llegar a los 68 años sin subirme al susodicho tren. Aquellas brujas con careta repartiendo escobazos me parecían bastante salvajes y me daban terror.

    ResponderEliminar