
Anna empieza hoy las vacaciones y el optimismo le sale por todos los poros. Playa, excursiones, lectura, tranquilidad, experimentos culinarios y, sobre todo, siestas en el sofá. Como en casa, en ningún sitio. Veremos.
Tener diecisiete años y pelar la pava en las ventanas del Casino. Los señores de dentro, se enfadaban y tenían que interrumpir su principal ocupación, el no hacer nada, para golpear los cristales, en un inutil intento de ahuyentar a la gente joven, que no les dejabana ver a las chicas que pasaban por la calle Enmedio. ¡Adonde iremos a parar!

A veces, entre el paisaje del Castellón de la burbuja inmobiliaria, aparecen restos del Castellón de mi infanica. En este caso se trata de "Don Hilarión" (para mi generación, simplemente "el cabaret"; no había otro), la casa de putas del Castellón de los 50.