¡Pobre Carmen! Y pobre tu, que ibas por la vida un poco perseguida por las caquitas de la hermana pequeña. A mi me hubiera pasado igual, pero lo resolví por el sistema Rajoy: me hice el loco y he conseguido llegar a los 68 años sin subirme al susodicho tren. Aquellas brujas con careta repartiendo escobazos me parecían bastante salvajes y me daban terror.
Ahora que estamos en familia, lo voy a decir: Carmen se hizo caquita.
ResponderEliminar¡Pobre Carmen! Y pobre tu, que ibas por la vida un poco perseguida por las caquitas de la hermana pequeña. A mi me hubiera pasado igual, pero lo resolví por el sistema Rajoy: me hice el loco y he conseguido llegar a los 68 años sin subirme al susodicho tren. Aquellas brujas con careta repartiendo escobazos me parecían bastante salvajes y me daban terror.
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