Otro retrato glorioso del estudio de los Colon, allá por el primer cuarto del siglo pasado. Para mi gusto, una verdadera obra maestra, en la que aparecen mi padre y su hermana Vicentica, aficionada entusiasta a las misas, las cofradias, el ganchillo y los optalidones. Con el tiempo la nilña de la foto se convirtió en una solterona dedicada a sus novenas, a sus misas y a cuidar de sus sobrinos, nosotros, persiguiéndonos incansable para convertirnos en niños piadosos y educados. Sus esfuerzos tuvieron escaso éxito: nos resistimos como gato panza arriba a sus intentos de sacarnos del asilvestramiento. .
Una foto muy evocativa que abre una ventana a otro mundo. Tengo tres sobrinas y espero que ellas guarden memorias tan tiernas de mí como algún sobrino de la tía Vicentica guarda de ella.
ResponderEliminar¡Muchísimas gracias!
La E de B