Dime antiguo, dime tradicional, pero si ya no entendí nada del catolicismo clásico, con sus latines, sus infiernos y su estar de espaldas a los fieles, aún me queda más lejos desde que han decidido modernizarse en las apariencias, Desde que han sustituido el gregoriano por el cumbayá e incluso se anuncian a la puerta de las iglesias. Una ocurrencia al estilo cocacola (¡sabe a gloria!) del Obispafo Segorbe-Castellón, me lleva a aquel chiste irreverente e impío de mi juventud: "Consuma la hostia familiar: más Dios por menos dinero"
Me has leído el pensamiento, estuve en el colegio "Mater Dei" y estaba lleno de este cartel
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