Verano del 72. Éramos jovenes y modernos como nosotros solos, pero resultó un viaje agotador. En el puerto de Ibiza, esperamos la llegada del barco de vuelta a la península. Federico y Eloísa parecen estar de morros. Javier se ha subido al espigón, a otear el horizonte. ¡Por allá resopla!
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